jueves, 12 de febrero de 2009

La revisión en escuelas



Con perros adiestrados para detectar drogas o armas, y con el consentimiento de los padres.


En aras de enfrentar la inseguridad, las autoridades aplican medidas desesperadas y enfocadas a la prevención en los sectores más vulnerables —como los adolescentes— en operativos de revisión en busca de drogas y armas. Para algunos, estas medidas son injustas e ilegales, además que argumentan, “criminaliza a los jóvenes”.


Sergio Haro Cordero

Inquietos, los jovencitos observan con atención primero la llegada del perro policía, luego el recorrido del animal husmeando, metiendo el hocico en cada mochila, olfateando ante la sujeción de la correa que lo sujeta al Policía Estatal Preventivo.

Es la “Operación Mochila” implementada desde la Secretaría de Seguridad Pública en planteles de secundaria y preparatoria como una medida para prevenir cualquier conducta delictiva, de acuerdo a Alejandro Pujol, del área de Prevención del Delito de la SSP.

El funcionario justifica informando que acuden al llamado de directivos escolares y padres de familia, y en ese afán han recorrido virtualmente todo el estado.

Pero no son las únicas acciones en ese sentido.

En el Colegio de Bachilleres han implementado desde hace tres años los antidoping aleatorios al 10 por ciento de los 27 mil estudiantes, con escasos resultados positivos.

Al sistema Cecyte se le considera precursor de todo este tipo de actividades ya que desde hace varios años no sólo aplica antidoping sino además la inspección canina ha sido constante, igual, con escasos resultados de positivo.

De acuerdo al dirigente juvenil Joel Blas, este tipo de medidas son injustas e ilegales pues con esto se criminaliza a los jóvenes.

Igual opinó Francisco Javier Sánchez Corona, el Procurador de Derechos Humanos en la entidad, quien consideró que a los muchachos se les victimiza por partida doble, por un lado los narcotraficantes y por otro lado los directivos escolares.

Lo curioso es que son pocas las quejas —las últimas que recuerda fueron de padres y alumnos del Cobach en Tijuana en el 2006—, como si la población se estuviera acostumbrando a no denunciar.

“Si dejamos que el problema se amplíe, ya no se va a poder parar, es como un tsunami”, sostuvo el Comandante Operativo de Seguridad Pública en Mexicali, Antonio Navarrete.


Jóvenes criminales

Dos semanas atrás, en Tijuana, cuatro jóvenes fueron expulsados de la Secundaria 79 cuando presuntamente se les sorprendió usando drogas en uno de los baños. Intervino Derechos Humanos y siguieron suspendidos, hasta que esta instancia emitió una recomendación y el Sistema Educativo forzó al Director a aceptarlos en sus aulas.

En el Cobach Miguel Hidalgo, en Mexicali, cuatro jóvenes estudiantes fueron captados ingiriendo cerveza afuera del plantel. Según el reporte policiaco también se drogaban.

En Tijuana después de una detección con el “Operativo Mochila”, un estudiante fue expulsado de un plantel, y donde había sido readmitido también le tocó el operativo y volvieron a detectarle droga.

Otro caso en secundaria en Tijuana: No encontraron droga entre los estudiantes pero el perro adiestrado se puso inquieto y se fue sobre los albañiles que trabajaban en la zona.

En el sistema Colegio de Bachilleres, que agrupa a cerca de 27 mil alumnos en 32 planteles, les aplican el antidoping al 10 por ciento de la población estudiantil, aunque de manera aleatoria, una suerte de azar matemático.

De acuerdo a Norberto Corella, Director General de la institución, en el 2007 cerca de 50 casos dieron positivo, aunque los alumnos no fueron expulsados sino condicionados a acudir a un Centro de Integración Juvenil.
El funcionario explicó que orientadores de los planteles les dan seguimiento a los casos, y soltó una frase: “No los podemos expulsar porque los derechos humanos lo impiden…”

Dijo que sólo se les expulsa “cuando hay un manejo de drogas dentro del plantel” y no sólo eso, sino que además se da parte a la autoridad.

Corella explicó que desde la inscripción, alumnos y padres de familia firman una carta para permitir la posibilidad de ese tipo de exámenes antidoping que además abarca a todos los empleados del Colegio, incluidos maestros y administrativos.

“Es una manera de controlar el problema —dijo el ex legislador—, nosotros estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo por contribuir al combate de estas adicciones”.

Corella explicó que están en pláticas con la Dirección de Seguridad Pública donde consideran la propuesta de aplicar en los Cobach la llamada Operación Mochila.


Victimizan a los jóvenes

La autorización de cualquier método para detectar el consumo o la adicción de algún tipo de drogas tiene que contar con el consentimiento del interesado, y de los padres de éste, afirma el Procurador de Derechos Humanos en la entidad, Francisco Javier Sánchez Corona.

Opina además que estas prácticas victimizan doblemente a los jóvenes ya que por un lado son víctimas del crimen organizado y por el otro de las autoridades que los someten a diversos procedimientos de detección.

Según Sánchez Corona, debe haber otro tipo de mecanismos que tiendan a la prevención pero desde otro ángulo, como la vigilancia en las escuelas o la detección de posibles distribuidores y sumando a esto programas deportivos y culturales.

De otra forma —opina— lo que se está haciendo es un ataque que no va a traer los mejores resultados.

“Este tipo de acciones atentan contra los derechos de los jóvenes y de cualquier persona, sin embargo, se ha venido convirtiendo en algo cotidiano, la gente ha venido perdiendo la capacidad de asombro, ha venido perdiendo la capacidad de denuncia o inconformidad.

“Este proceso nos puede llevar a la pérdida de valores incluso de los propios derechos de las propias libertades y esto es realmente delicado. Se les da un trato de delincuentes.”


Precursores

Donde empezaron con la llamada Operación Canino fue en el sistema Cecyte, que agrupa a preparatorias estatales con orientación técnica y que ya agrupa a cerca de 15 mil alumnos en los diez planteles.

José Carlos Jiménez Payán, el Director General dice que empezaron a trabajar con la Policía Estatal Preventiva y afirma no estar de acuerdo en que se abran al azar las mochilas de los muchachos —porque se “dudaría de su honestidad”—, por lo que se propuso apoyarse en la revisión canina.

Dice que si se detecta algo, la mochila no se abre en ese momento sino que se “invita” al joven a la dirección, igual a sus padres y delante de todos se abre la bolsa escolar.

De detectarse drogas, se comienza a trabajar con los padres y con el muchacho se tiene “marca personal” y no se le manda a un centro de rehabilitación.

Jiménez Payán dice que no han encontrado drogas, solo crayones, pintura y algunas navajas.

El Director del Cecyte explica que también se aplica el antidoping “voluntario” llegándose a realizar hasta 2 mil 500 muestras salivales, mediante las cuales en el primer año 18 alumnos dieron positivo —de un universo de 9 mil alumnos— y ya con 13 mil alumnos subieron a 50 casos.

“No lo vamos a correr, nosotros estamos aquí para apoyarlos, para ayudarlos porque si los expulsamos, pues es carne de cañón para el delinquir. Nuestra obligación es que se salgan de eso, apoyarlos, educarlos y de los 50 casos 48 ya los hemos rehabilitado totalmente…


Injustos e ilegales

Abogado y dirigente del sector juvenil del PRI, Joel Blas opina que se debe preservar el derecho de cada joven a no ser violentado en su persona u objetos cosas o documentos salvo que haya un tipo de orden judicial, dice en referencia al artículo 16 constitucional.

“No se están yendo al problema de fondo, si le quitas a los muchachos algún tipo de dosis, pistola o arma blanca lo único que nos estamos yendo es con el problema inicial pero no con el problema de raíz. Hace falta más que nada una cultura, una educación, el fomentar programas de esparcimiento y de apoyo a los jóvenes.”

Blas opina que son ilegales todo este tipo de prácticas en una medida desesperada de las autoridades por bajar el índice de delincuencia, la cual no resulta ser la solución.

“Es una situación injusta e ilegal”, enfatiza.

En cuanto a la participación municipal, Antonio Navarrete Castillo, Subcomandante Operativo en la DMSP, explica que se busca información en los planteles más conflictivos o donde los jóvenes puedan ser más susceptibles al consumo de drogas. Así inician los operativos que han aplicado en secundarias y prepas de la localidad.

Poco han encontrado, hasta ahora sólo vestigios de droga, pipas y algunas armas blancas.

“Hay muchas escuelas que nos están pidiendo este servicio y si están pidiendo es porque hay resultados positivos. Es un control, es un acto inhibitorio, si dejamos que el problema se amplíe, pues es como los tsunamis, ya no se pueden parar…”



La UABC, al margen

El Rector de la UABC, Gabriel Estrella, consideró que las revisiones y antidoping son mecanismos que no sólo buscan prevenir adicciones, sino además posibles condiciones de violencia entre los estudiantes. “Creo que en tanto se cuente con la aprobación de los padres de familia por tratarse de menores, es una medida que apoyará esta condición de buscar que estén seguros en las instalaciones y de que no se difunda las adicciones a diferentes tipos de enervantes o drogas”. Pero en el caso de la UABC, por tratarse de adultos, lo considera inviable. “Ahí sí entraríamos en otra condición porque se trata de de adultos que estarían también en condición de hacer respetar sus derechos a la privacidad, a la necesidad de una orden de cateo para que sus bienes fueran revisados, no es lo mismo. Igual sería en el caso de los antidoping”. (Cristian Torres)

Obtenido el 12 de febrero de 2009 de: http://setebc.wordpress.com/2008/07/05/la-revisin-en-escuelas-jovencitos-observan-el-recorrido-del-animal-husmeando-metiendo-el-hocico-en-cada-mochila-es-la-operacin-mochila-implementada-desde-la-secretari/