lunes, 30 de septiembre de 2013

Leyenda de Joaquín Murrieta

Yolanda Sánchez Ogás


Mexicali, como todos los pueblos, tiene sus leyendas, nacidas la mayor parte, de la imaginación de la gente. Algunas de estas ya son parte de las tradiciones cachanillas. Una de ellas se refiere a un personaje real, pero que no vivió nunca en Mexicali, Joaquín Murrieta el legendario bandido californiano. Murrieta vivió a mediados del siglo XIX en San Fernando, California.

Cuando México perdió California, los norteamericanos atacaron y mataron a los rancheros mexicanos que se quedaron a vivir en Estados Unidos. Algunos mexicanos respondieron atacando poblados de estadounidenses. Uno de ellos fue Joaquín Murrieta, un bandido generoso que asaltaba y repartía el dinero entre los mexicanos pobres. Fue perseguido y asesinado. Las huidas de Murrieta para esconderse de sus perseguidores dieron origen a las leyendas sobre sus entierros.

Desde San Fernando hasta Mexicali se cuentan leyendas sobre las apariciones de Murrieta, a quien identifican porque según algunos, les ha hablado y dice quien es. En Mexicali, dicen las personas que viven en los ranchos cercanos al Cerro El Centinela, que la noche entre los día uno y dos de febrero de cada año, en El Centinela aparece una lumbrada. 

Cuando algunas personas se atreven a caminar hacia la lumbre, al acercarse, la lumbre desaparece porque no son las personas a quienes está destinado ese tesoro. En los ranchos de La Progreso, La Zaragoza y los alrededores, algunas personas aseguran que encontraron monedas de oro en la sierra y que son parte del tesoro de Murrieta.

Adaptado del libro electrónico Mexicali, una historia que contar, de Yolanda Sánchez Ogás.