Hay muchas palabras que tienen más de un significado (polisemia) y también hay oraciones que se prestan a más de una interpretación. Cuando por el contexto no podemos determinar el significado de una palabra o de una oración, decimos que los signos se están usando con ambigüedad. El juez Morris condenó a Umberto Peirce por estafar a su hermana Karol. Mi hermano se enfadó conmigo al ver que el gato no estaba en el coche. En el primer caso, la ambigüedad afecta a toda la oración, en el segundo, sólo a la palabra "gato". EJERCICIOS 1.Explica cuándo dos palabras son sinónimas y busca un sinónimo para cada una de las siguientes: insólito sutileza inaudito diestro compacto ofuscado 2. La palabra noble es polisémica, explica por qué y busca en el diccionario todos sus posibles significados. 3. En la oración "Aquí se venden hábitos para difuntos completos" hay ambigüedad; explica por qué y escribe tú otra oración ambigua. 4.Observa el siguiente diálogo y explica por qué tiene gracia: -¿Sabes?, conozco a un tipo con una pata de palo que se llama Smith... -¿Y la otra pata cómo se llama? 5. Este chiste basa su comicidad en la ambigüedad; disfrútalo y escribe tú otro: Los exploradores se adentraron en la selva y siguieron avanzando durante un par de horas. Acabaron perdiéndose, pues Vanzando no conocía el camino.
Oraciones ambiguas
En la redacción de todo texto se debe cuidar que la exposición sea precisa y clara; la información relevante y suficiente, la estructura coherente, de manera que las palabras, frases u oraciones que se utilicen no tengan dos o más interpretaciones; si no se cumple con lo anterior, el texto puede prestarse a equívocos, esto es, ser ambiguo.
Las ambigüedades pueden darse por el uso inadecuado de la puntuación o por la incorrecta construcción de las oraciones.
En la siguiente oración, la puntuación no se ha usado correctamente (el punto y coma señalado en negritas):
Todos los estudiantes deben llenar una ficha de ingreso en la que anoten sus datos así como el nombre completo; de su padre o tutor, su domicilio completo y un teléfono, donde se les pueda localizar.
La oración corregida podría ser:
Todos los estudiantes deben llenar una ficha de ingreso en la que anoten sus datos, así como el nombre completo de su padre o tutor, su domicilio completo y un teléfono, donde se les pueda localizar.
En ésta otra, la ambigüedad también se resalta con negritas:
Llegar puntualmente a la escuela (…) no habrá retardos, sólo en casos especiales en que el alumno tenga que asistir a consultas médicas o por problemas familiares, el padre o tutor con su credencial podrá traer a su hijo(a).
La oración corregida podría ser:
Llegar puntualmente a la escuela (…) no habrá retardos, sólo en casos especiales en que el alumno tenga que asistir a consultas médicas o por problemas familiares, el padre o tutor podrá traer a su hijo(a). El alumno deberá portar su credencial escolar.
La ambigüedad representa un obstáculo para expresar con claridad las ideas. A veces, este problema se produce por el uso de términos demasiado generales o por un pronombre que podría referirse a cualquiera de dos o más palabras citadas. Por ejemplo, en la siguiente regla: “Cuando un alumno agreda físicamente a un compañero, su permanencia en la escuela será decidida por la dirección”, no queda claro si la dirección decidirá sobre la permanencia en la escuela del alumno agresor o del compañero agredido.
Para evitar el problema de ambigüedad, se recomienda:
- cuidar el uso apropiado de los pronombres posesivos y reflexivos (particularmente el pronombre su),
- colocar los complementos cerca de los núcleos respectivos.
Fuentes:
- Lozano, Lucero, Español 1. Libris Editores, México, 2006, pp-14-15.
- Praxedis Montes, Nieves y Elia Andrea Pimentel Carrasco, Español 1. Patria, México, 2006, p. 68.