Nada en este mundo dura,
Fallecen bienes y males;
Una misma sepultura
A todos nos hace iguales.
I
Se acaba la vanidad,
La avaricia, la riqueza,
La honradez y la nobleza,
La pompa y la caridad;
La soberbia, la humildad,
El garbo y la compostura
Se marchita la hermosura
A quien tanto el mundo alaba,
Porque al fin todo se acaba,
Nada en este mundo dura.
II
Muere el justo, el pecador,
Muere el grande, muere el chico,
El poderoso y el rico,
El esclavo y su señor;
Se acaba el mundo de amor,
Los hombres y los caudales,
Mueren traidores y leales
Y sin mejorar su suerte
Cuando les viene la muerte
Fallecen bienes y males.
III
Mueren moros y cristianos,
Letrados y tinterillos,
Mueren honrados y pillos,
Médicos y matasanos.
Abrid los ojos, mundanos,
No pecad que eso es locura,
Hagamos la compostura
Porque habremos de morir
Y nos tiene que cubrir
Una misma sepultura
IV
Mueren súbditos, prelados,
Monarcas y emperadores,
Grandes, medianos y menores
Los solteros y casados;
Los pobres y acaudalados,
Los papas y cardenales,
Distintos en el vivir,
Pero Dios en el morir
A todos nos hace iguales.
Obtenido el 6 de marzo de 2009 de: http://segundochinguel.blogspot.com/2009/01/poema-la-muerte.html