sábado, 7 de febrero de 2009

Destaca el escritor Juan Rosas orgullo de hablar una lengua indígena



Apuntes de gramática nahua del municipio de Oteapan, escrito por Juan Rosas, fue editado por el Conaculta, el ayuntamiento de Soteapan y la Coordinación Regional de Culturas Populares de Veracruz.


México, 12 Agosto 2008 (Notimex). El autor Juan Rosas López, quien escribió Apuntes de gramática nahua del municipio de Oteapan, destacó que para mantener viva o rescatar una lengua es indispensable convencer a sus hablantes de que en ella se encuentra la raíz de su identidad, su forma de entender el mundo, sus costumbres y sus tradiciones.

Profundamente satisfecho de los primeros resultados de sus esfuerzos por evitar que el náhuatl de su pueblo se diluya, entre ellos el texto de referencia, Rosas afirma que otro paso importante consiste en quitar en las personas cualquier pena o vergüenza por hablar una lengua extraña al español."

En las investigaciones que hice para escribir mi libro me di cuenta que en Oteapan, municipio del extremo sur de Veracruz cercano a Acayucan, buena parte de la población entendía, pero no hablaba el náhuatl, porque pensaba que al hacerlo se distraía de hablar bien el castellano, un hecho que es absolutamente falso", dijo.Rosas López, maestro jubilado con 62 años de edad, asegura que esta falacia es uno de los muchos mitos remanentes que propiciaron la extinción de muchas lenguas indígenas.

Afortunadamente, comentó, esa política limitante se ha acotado y el reconocimiento a la diversidad lingüística y cultural ha propiciado que los pueblos indígenas hallen mejores condiciones para hablar sus lenguas, afirmarlas o intentar rescatarlas del silencio y el ocultamiento.

La biografía intelectual del maestro Juan Rosas López prueba el acierto de su estrategia: hijo de dos maestros de primaria -su madre oriunda de la Ciudad de México y su padre de Coatzacoalcos, Veracruz-, creció sólo con el habla hispana hasta su juventud, advirtiendo sin embargo, que en su entorno regional también se hablaba náhuatl.

Ya convertido en profesor de primaria, como sus padres, se dedicó a aprenderlo para entender mejor la cultura de la región sur de Veracruz y poder dedicarse algún día a enseñarlo. La oportunidad llegó en 2003 cuando se jubiló y se dedicó a hacer su libro.

Los resultados de su esfuerzo están a la vista: "La gente de Oteapan ya habla náhuatl en público, muchos jóvenes quieren aprenderlo y en lugar de vergüenza o pena, los oteapenses sienten orgullo de poseer dos lenguas en lugar de una sola", dijo.