sábado, 7 de febrero de 2009

Defensa de una tradición ''ante la modernidad depredadora''

  • Presentaron Jerga y modismos de Guerrero, México, diccionario de Salomón García

  • El autor, luchador social que busca conservar habla y saberes, definió Luis Hernández Navarro

  • La obra muestra el arte de poner la oralidad por escrito, expresó la etnóloga Françoise Neff

MÓNICA MATEOS-VEGA


Todos los aromas, los colores, los sabores y saberes guerrerenses están contenidos en el diccionario ilustrado Jerga y modismos de Guerrero, México, de Salomón García Jiménez (Ocotillo, 1956), quien durante cinco años se dedicó a ''recolectar" los vocablos de su tierra, ''a la manera de los naturalistas del siglo XIX que recorrían caminos y montes, anotando todo lo que veían en sus libros de viajes".

El autor de este exhaustivo retrato ''de la tierra de Rubén Jaramillo y Lucio Cabañas, de un territorio clave en la formación de nuestra historia", es médico de profesión y ahora una suerte de ''buscador de tradiciones, un luchador social que terminó escribiendo esta obra porque como parte de una generación no pudo hacer la revolución", destacó Luis Hernández Navarro durante la presentación del libro, efectuada la noche del jueves en el Club de Periodistas, ubicado en el Centro Histórico de la ciudad de México.

Uno de los valores del diccionario, agregó el periodista y coordinador de Opinión de La Jornada, es que ilustra cuál es el concepto de salud y enfermedad entre los habitantes de diversas regiones de Guerrero: ''Durante su recorrido por las comunidades, Salomón encontró conceptos y enfermedades que no se contemplan en la medicina moderna.

''En el libro detalla no solamente el mal, sino como éste se contextualiza en la medicina tradicional y cuál es la cura. Se trata de una cosmovisión campesina de estos saberes.

''Para incluir esos conceptos en su diccionario, definiéndolos como una práctica médica y criticando de manera seria la charlatanería, el autor se guió por el criterio de la mejoría, es decir, que la terapia citada brindara mejoría al paciente."


Enorme afecto por la naturaleza

Aquí un par de ejemplos: Garrotillo, afección de la cabeza, inflamación de ganglios en el cuello, acalenturarse y sentir dolores en el cuerpo. Las causas comunes se refieren a absurdos o indisciplinas como: asolearse con el pelo mojado, insolación, dormirse con el cabello húmedo, hacer corajes, o irritado el cuerpo salir al aire frío, etcétera. Los curanderos explican que se trata de aire caliente enquistado debajo del cuero cabelludo. El garrotillo se puede pasmar. Es decir, convertirse en infección en la garganta. Nota: Los perros también padecen garrotillo. Y sanan, colocándoles un collar de limones.

Padrejón, se trata de un gran encajamiento (tipo hernia abdominal) de las vísceras hacia la cavidad pélvica; padecimiento doloroso lumbar propio de los hombres. Una forma de curar el padrejón es: colgar al enfermo de los pies y golpear la correa. En el caso de la mujer, este tipo de descompostura no es padrejón; ella, más bien, se enmadra.

Salomón García busca conservar el habla y los saberes de Guerrero, que al fin y al cabo, son también de México, ''ante el avance de una modernidad depredadora", continuó Hernández Navarro al explicar que este diccionario refleja ''un enorme cariño por la naturaleza. Es una contribución a la cultura universal".


Palabras-vida, intensa relación

En su turno, la etnóloga Françoise Neff elogió la intensa relación de las palabras con la vida que se percibe en Jerga y modismos de Guerrero, México (La Jornada, 15 de febrero de 2006), un diccionario ''que se lee como una novela, pues nos va llevando por veredas, nos hace sentir el placer de perdernos, pero sobre todo muestra el arte de poner la oralidad por escrito.

''Esta obra es una herencia, como una cosecha de palabras-semillas para compartir con todo el mundo. Muestra una lengua no como norma, sin censura, como se habla realmente. Deja constancia del gusto por el habla. Es, en resumen, un diccionario de la creatividad."

Antes de concluir la velada, que fue amenizada por un par de chilenas, el autor presentó algunas de las imágenes incluidas en su libro y leyó al público algunos de los vocablos recolectados: apacholar (amontonar); arriarle bonito a las tortillas (ser de buen comer); bembo (bobo, negado); birundo (estar desnudo, en cueros); broza (gavilla de una localidad, integrada por sujetos de alta peligrosidad; son temibles porque cometen agresión oral, física y sexual); cocoyul (un tipo de palma de coco silvestre; en medicina tradicional, ya que son tan grandes como un limón, al saborearlos desfleman mecánicamente las amígdalas cuando éstas se infectan); cuculuste (la gente completamente negra, de cabello ensortijado), y chile frito (banda de música de viento).

En particular, el médico convocó a los presentes a ser sus zancas. El diccionario de García Jiménez define así esta palabra: Zanca, amigo, compañero. En jerga revolucionaria es compañero de lucha: los guerrilleros se hablan de zanca.

A propósito -continúa el libro- en Guerrero sigue habiendo este tipo de combatientes. ¡Cuidadito zanca!

Fuente: La Jornada. 18 de febrero de 2006


Obtenido el 6 de febrero de 2009 de: http://www.elsurcodelsembrador.com/ximopanolti/content/view/33/27/