viernes, 9 de enero de 2009

Cómo llegaron las vaquitas al Golfo de California




Hace muchos años, en los pueblos del norte de México, algunos guerreros tenían secretos mágicos para cambiar de forma y saberlos utilizar les ayudaba en momentos difíciles.

En una tribu de California había un muchacho que tenía el don de volverse coyote y también animal de mar. Este joven, llamado Coyote de Agua, amaba a su a su gente por encima de todas las cosas; acostumbraba subir de noche a la montaña y desde ahí contemplar la luna iluminando los sueños de sus hermanos.

Un día, cuando jugaba entre las olas del mar, una noticia cruzó el cielo con la velocidad y el filo de una flecha: era la guerra. Avanzaba entre las montañas amenazando la vida de todos aquellos que encontraba a su paso.

Al volver a su aldea, los guerreros ya estaban preparándose para atacar mientras las mujeres y los niños se escondían en una cueva de la montaña. Cuando empezó la batalla, el sol se ocultó bajo un manto oscuro presagiando desdicha. Durante siete días con sus noches Coyote de Agua luchó sin descanso junto a sus hermanos, pero al final de la última noche sólo quedaba él. Entonces, con gran pesar, decidió huir.

Convertido en coyote corrió por caminos que sólo él conocía y subió a la montaña en donde mujeres y niños esperaban ansiosos. Luego, como un eco lejano, el rumor del llanto atravesaba los valles.Al amanecer, guiados por el joven guerrero, caminaban en silencio rumbo al mar en busca de un lugar donde su pueblo renaciera.

Al llegar a la costa, el muchacho se metió entre las olas y del fondo del mar tomó unas piedras azules. Cuando salió puso una bajo la lengua de cada mujer y de cada niño. Después, uno a uno se metieron al agua y se transformaron en animales parecidos a los delfines.

Coyote de Agua esperó un momento, no pudo evitar voltear a ver lo que dejaban atrás, luego se lanzó al agua, se unió a los de su pueblo y el mar guardó silencio.

Años después, se han visto unos pequeños animales solitarios y tímidos que, apenas se acerca una lancha, se ocultan. Son las vaquitas, sobre las que los pescadores han creado historias como ésta.



*Este mito no representa únicamente al estado de Baja California.

Fuente: CONAFE, Costal de versos y cuentos, México, 1996.

Obtenido el 9 de enero de 2009 de: http://www.elbalero.gob.mx/tralala/html/home.html