sábado, 7 de febrero de 2009

Concepción Company: Aporta México palabras al mundo



La filóloga, para quien la preservación del idioma depende de las políticas gubernamentales, destaca el valor los mexicanismos

Nelly Sánchez
15-12-2008


Aunque se crearon en México y son préstamos de lenguas indígenas, palabras como chocolate, aguacate y tomate dejaron de ser mexicanismos para ser Patrimonio de la Humanidad, y son el principal aporte de este país al mundo.

La filóloga Concepción Company, quien estuvo en Culiacán invitada por el Colegio de Sinaloa, para impartir la Cátedra en Lingüística, destacó el valor los mexicanismos, entendidos estos como palabras de uso distinto entre México y España.

"Nosotros usamos molcajete y ellos almirez, en el español de México se dice cobija y durazno, y ellos usan manta y melocotón. Palabras que en la forma son iguales, como siempre, ahora, pero que no significan lo mismo en España. El siempre sí y siempre no, sólo se usa en México. Que el ahorita se contraiga en 5 minutos o dure 5 años es un mexicanismo".


Préstamos y mexicanismos

Originaria de Madrid, pero radicada en México, Concepción Company es autora de cuatro libros sobre la historia del español y su sintaxis, así como de la identidad lingüística en México. Es investigadora de tiempo completo del Instituto de Investigaciones Filológicas y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, desde 2005.

-¿A partir de cuándo México tiene identidad lingüística?

- La evolución del español en México tiene tres momentos importantes: el primero es La Conquista, el segundo la segunda mitad del Siglo 18, que constituye un parteaguas entre el español de México y el de España porque proliferan los diminutivos no como pequeñez sino como estimación, aproximación con el oyente. Por ejemplo la gordita así pese 120 kilos seguirá siendo la gordita; se le dice el muertito por respeto, o un hablante por humildad puede decir tengo un terrenito, así sea de 200 ó 300 hectáreas. Proliferan también los posesivos y ahora vemos un uso innecesario, por ejemplo 'se golpeó su cabecita', ya sabemos que es de ella por el reflexivo se. Además ocurre algo con los diminutivos, empieza a haberlos en categorías no usuales en el español España, como tantito, ahorita.

El tercer gran momento, indudablemente, es el de Independencia, aunque llega a la lengua tardíamente, en 1850. En la época de las reformas de Juárez, México toma una idiosincrasia propia en la que proliferan diminutivos, posesivos, se usan adjetivos y dialectelismos típicos de México, distantes del español de España.

- ¿Qué momento vive el español actual de México?

- Ahora, en pleno Siglo 21, estamos asistiendo a un momento importante de confluencia dialectal de muchos países y al mismo tiempo de respeto dialectal, a través de los medios de comunicación. Hay intentos de la Academia de la Lengua de evitar extranjerismos, no sé si sean fructíferos porque no dependen de la lengua misma, sino del curso de la economía, del curso cultural, la buena voluntad de un gobierno de crear empleos y evitar las migraciones masivas que hagan que esos migrantes regresen con un alud de extranjerismos. Es un momento interesante, la lengua se está moviendo y está adquiriendo más extranjerismos de lo que debiera, pero habrá que esperar a ver qué ocurre.

- ¿Busca la Academia equivalentes al español?

- Estamos intentando. A la comisión de consultas llega mucha inquietud por cuidar la lengua, preguntan 'qué puedes decir en vez de chatear'. Lo que pasa es que muchos extranjerismos no tienen sustituto en español, chatear es el modo de hablar informalmente a través de una máquina, en el que se acortan las palabras, se usa una cantidad enorme de abreviaturas para hacer el mensaje más rápido. Eso no tiene equivalente, ¿cómo dices chatear en español con una palabra? No hay. Entonces, los préstamos también tienen una función comunicativa, que es lograr éxito entre hablante y oyente. No es fácil sustraerse de la cantidad de préstamos que hay.


'Dime cómo hablas y te diré quién eres'

Para Company en México hay una preocupación generalizada por hablar bien, y prueba de ello es que a la Academia Mexicana de la Lengua cada semana llegan más de mil consultas. Sin embargo, asegura, la preservación el idioma no depende de la voluntad de unos cuantos hablantes, sino de proyectos gubernamentales de largo alcance, que incidan en la educación.

- ¿Qué tanto se preocupan los mexicanos por su idioma?

- Yo creo que es un país bastante preocupado y la prueba es la cantidad enorme de consultas que llegan a la Academia, en general todos los pueblos que no tienen muy fuerte analfabetismo, están preocupados por su lengua, les interesa saber cómo se habla mejor. A pesar de la impresión que dan los medios de un deterioro, de muchos préstamos y que la gente joven lo está deteriorando, yo creo que hay una preocupación por el bien hablar.

No se nota en el ambiente pero los que trabajamos en corporaciones nos damos cuenta de que el hablante quiere saber cómo se habla bien porque ello da prestigio social. La lengua se puede resumir parafraseando un refrán: 'dime cómo hablas y te diré quién eres'.

- ¿A partir de cuándo debemos cuidar nuestro idioma?

- Ese cuidado debe empezar en las escuelas y en las casas. Un pueblo bien instruido tiene la ventaja de que va a subir su calidad de vida. Si nosotros cuidamos la lengua, nuestra apariencia y aporte, parecemos mejor educados, por lo tanto las posibilidades de encontrar un trabajo mejor seguramente va a favorecernos. Esa labor hay que empezarla desde la primaria, pero no sirve de nada que un individuo le diga a otros tres vamos a hablar mejor. Tienen que ser proyectos gubernamentales de largo alcance, con verdadero interés, amparados por la Secretaría de Educación Pública y la de Gobernación. Cuidar la lengua desde pequeños es cuidar la posibilidad de subir en el escalafón social y nuestra calidad de vida.

"El empobrecimiento léxico de éste o güey, va a redundar en la falta de una calidad de vida y un trabajo adecuado. Soy un poco pesimista de lo que pudiera hacer una sola persona, estos son proyectos gubernamentales como se han hecho en Francia, Alemania y España, que tras la muerte de Franco, el gobierno socialista hizo un verdadero esfuerzo por educar, y eran programas gubernamentales generalizados que iban a todas las primarias del país".

La filóloga añadió que es urgente que el gobierno debe uniformar programas educativos, porque hay como 800 de preparatoria y mil 200 de secundaria.

"Que la misma educación que se dé en Chihuahua, se dé en Chiapas. El individuo que estudia en un lugar y se tiene que mover a otro tiene que revalidar, repetir materias, es una locura. Debe haber programas nacionales como en Francia, Alemania, España, alguien se mueve de norte a sur y no tiene nada más que inscribir a su hijo en la escuela y continuar sin mayores problemas", asegura.


El diccionario

Aunque chocolate, aguacate y tomate provienen de voces indígenas y son el mayor aporte de México a la lengua, no serán incluidos en el Diccionario de Mexicanismos en el que trabaja la Academia Mexicana de la Lengua.

"Después de largas discusiones en el pleno, la comisión de lexicografía que yo presido, decidimos no meterlas porque aun siendo mexicanismos, su uso no se limita a la República Mexicana. Han rebasado con mucho las fronteras y son patrimonio de la humanidad, es como si los señores de las islas del Caribe se empeñaran en que huracán y canoa fueran caribismos y no, son también patrimonio de la humanidad", afirmó Concepción Company.

El diccionario en el cual trabajan desde hace tres años contrasta con el español de España y tiene marcas regionales y supranacionales, según su uso en otros países hispanos y esperan presentarlo en 2010.

"Si se usan en otro país les ponemos marcas supranacional, las que son idiosincrasia mexicana no llevan marca. También hay marcas regionales, como bichi, que se usa en Sinaloa".


Obtenido el 6 de febrero de 2009 de: http://www.noroeste.com.mx/publicaciones.php?id=434065